Trolls en las redes: manual de uso

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Trolls en las redes: manual de uso

Existen y tarde o temprano nos toparemos con ellos. Son invisibles pero también son impredecibles e inevitables, así que su aparición suponen una doble o triple carga de malestar. Y, aunque son consustanciales a las redes sociales o a los blogs y desde su popularización leemos y escuchamos consejos acerca de cuál ha de ser nuestro comportamiento ante ellos, nunca está de más volver a la carga e insistir en los puntos que debemos tener en cuenta a la hora de frenar a los trolls.

Estas figuras destructivas que aparecen en los comentarios de nuestras redes sin intención de aportar nada constructivo y sí dejar su descontento en forma de insulto o menosprecio son difíciles de parar, aunque debemos tener en cuenta una serie de puntos para no empeorar una situación que nosotros no hemos buscado pero en la que sí tenemos nuestra lógica responsabilidad.

Control. Parece obvio, pero si no damos facilidades a los trolls de que lleguen hasta nosotros evitaremos que alcancen su obetivo. Proteger nuestro blog con un sistema de registro que obligue a la identificación de quien desee publicar comentarios espantará a más de uno. Lógicamente, el alcance de la medida está limitado, y en parcelas como Twitter no tendrá efectividad, pero habremos evitado alguna interacción indeseable.

Paciencia. Sabemos eso de que no alimentar al troll, es decir, darle más munición respondiendo a sus comentarios y entrando en una guerra que no podemos ganar, debería ser una máxima en este escenario. Y, aunque nos cueste y lo que nos apetezca sea precisamente darle de su propia medicina, debemos respirar profundamente, contar hasta 10, después hasta 20, y dejar que el fuego se apague por sí mismo.

Cortar de raíz. La mejor de las posibilidades, ya lo decimos, es que el troll termine por cansarse ante nuestra falta de atención y huya hacia otras cuentas en las que volcar su ira. Si esto no se produce y la situación se vuelve del todo incómoda e insoportable, siempre queda el bloqueo, la manera que tenemos en el terreno digital de dejar de soportar a según qué seres insoportables.

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Un comentario

  • avatar
    Javier
    5 julio, 2016

    Buenos consejos. El más importante es tener paciencia y no entrar en el juego del troll. Aunque a veces resulte muy difícil morderse la lengua.