Cuando Google se equivoca

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Cuando Google se equivoca

En menos de dos décadas se ha convertido en indispensable, hasta el punto de que nos preguntamos ¿cómo resolvíamos nuestras dudas antes de Google? Confiamos ciegamente en el buscador y en la multitud de herramientas surgidas a su sombra durante este tiempo. ¿Quién mejor que Google para sacarme de dudas sobre esta fecha, sobre esta dirección, sobre la mejor manera de traducir este texto?

Confiamos y casi siempre acertamos recurriendo al nuevo dios. Casi siempre. Porque, en ocasiones, igual que el mejor escribano echa un borrón, Google se cuela con sus resultados.

Hace unos días descubríamos uno de esos agujeros realmente divertido si eres seguidor de la serie Breaking Bad. Al efectuar una búsqueda de científicos célebres, nos aparece un carrusel con imágenes de grandes figuras, de Einstein a Galileo o Fleming. Al llegar a la referencia de Werner Heisenberg, el físico alemán que formuló el principio de incertidumbre, lo que nos encontramos es una fotografía del actor Bryan Cranston, el protagonista de la serie y apodado en ella, precisamente, como Heisenberg. Un simpático cruce de cables que nos ha inspirado esta serie de ‘im-perdibles’, con otros errores, más o menos graves, de Google.

El primero de ellos hizo que la compañía tuviera que pedir excusas después de la polémica que levantó. Todo se originó al poco de que naciera Google Photos, una aplicación que permite subir y compartir imágenes que la propia app se encarga de etiquetar. El problema surgió cuando definió como ‘gorilas’ la imagen de una pareja negra.

El traductor Google Translate tiene también un largo historial de errores, en su mayoría simpáticas, y que nos hacen preguntarnos quién demonios y de qué manera se encarga de descubrir. Porque algo raro tiene que darse para que a alguien se le ocurra traducir ‘Shakira‘ del inglés ¡al corso! y descubrir que la herramienta te devuelva ‘Maniatica‘. O introducir ‘Britney Spears‘ y encontrarse con ‘Natalie Imbruglia‘.

Hay casos en los que a los errores de Google se suma la dejadez y la falta de profesionalidad de algunos. Es lo que ocurrió en Estados Unidos hace un año, cuando derribaron una casa, supuestamente afectada por un tornado, porque estaba mal localizada en Google Maps. Hay veces en las que se echa en falta un poco de diligencia.

Terminamos con una de las últimas apuestas de Google, su coche autónoma, que lógicamente no se ha librado de los errores. En 2016, poco después de que comenzaran las pruebas de este vehículo, ya se informó del primer error que desembocó en accidente. Leve, afortunadamente.

Está claro. No hay nada infalible. Ni siquiera Google.

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