Facebook marca sus límites

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Facebook marca sus límites

Las quejas son habituales y muchas veces vienen acompañadas por cierta polémica. Desde fotos de madres lactantes dando el pecho a sus hijos hasta imágenes en las que los protagonistas son los animales abatidos por cazadores, muchas son las ocasiones en las que Facebook ha suprimido contenidos de su red, bien por propia iniciativa, bien por las quejas de sus usuarios. Ejemplos, como veréis aquí, son muchos y muy diversos.

Qué puede subirse a Facebook y qué queda fuera de los límites permitidos en el ‘universo Zuckerberg‘ es siempre una cuestión espinosa. ¿Cuándo dejo de atenerme a sus condiciones de uso y paso a ser un delincuente de la red? En los últimos días, y para establecer unos límites lo más claros posible, Facebook ha actualizado sus ‘normas comunitarias’ en las que repasa todas las conductas susceptibles de ser sancionadas.

Violencia y amenazas, conductas autodestructivas, acoso o lenguaje que incita al odio son las primeras -y bastante lógicas- áreas del documento que profundiza en muchos otros motivos que pueden llevar a eliminar un contenido o suspender una página o un perfil. De cualquier forma, el hecho de que Facebook publique este catálogo de normas básicas no impedirá que sigan produciéndose situaciones en las que los límites permitidos no queden nada claros. En el apartado dedicado al contenido gráfico, por ejemplo, la red social apela a la ‘responsabilidad’ del usuario a la hora de subir contenidos violentos que pueden dañar la sensibilidad de algunas personas y, por supuesto, que si comparten material de este tipo lo hagan siempre con el propósito de condenar y criticar esa violencia, nunca para jalearla o aplaudirla. Parece claro que determinar con objetividad cuándo una publicación cumple ese propósito y cuándo no es, al menos, difícil.

Facebook también hace una mención expresa a los desnudos permitidos y a los que quedan expresamente prohibidos. Así, lógicamente, queda completamente prohibido el «contenido pornográfico o cualquier otro contenido sexual en el que esté implicado un menor». Por el contrario, Facebook se compromete a respetar «el derecho a compartir contenido personal, tanto si se trata de fotografías de una escultura, como el David de Miguel Ángel, o de fotos familiares de un bebé amamantando».

Estas normas de comportamiento se detienen asimismo en cuestiones que van desde la propiedad intelectual (donde piden a los usuarios de asegurarse de tener los derechos sobre los contenidos que comparten) hasta el spam o fraudes de phising.

¿Creéis que documentos como estos son necesarios o debería bastar con la propia responsabilidad y el sentido común de los usuarios?

 

 

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