Jorge Salinas debuta en la novela con 'La chica con los ojos del color de mi piscina'

Químico de formación, Jorge Salinas lleva 15 años dedicado al mundo del coaching, donde se ha consolidado como una de las referencias de nuestro país. Acostumbrado a asesorar a directivos y a ofrecer su conocimientos en ponencias y cursos, se lanza ahora al terreno de la literatura en una novela donde su profesión es el sorprendente protagonista. En La chica con los ojos del color de mi piscina, que ha publicado Planeta, Salinas plantea una trama en la que asoma el género negro y el thriller a través de un coach que se ve envuelto en una absorbente y retorcida historia.

-¿Dónde nace la novela? No es nada habitual mezclar el thriller con el coaching.

Fue casi una casualidad. Me dedico al coaching desde hace años y estoy acostumbrado a escribir sobre ello, y decidí profundizar un poco más en ello. Comencé un libro enfocado en este mundo pero me di cuenta pronto de que me estaba equivocando, me aburría lo que estaba contando porque en realidad era más o menos lo que escribía en mi día a día profesional. Entonces llegué hasta Irvin Yalom, un terapeuta que escribe novelas en las que la terapia es un elemento fundamental. Me gusta mucho la forma en la que lo introducía en sus historias, y decidí hacer algo similar con el coaching. Esto me permitiría además hacer llegar al gran público mi profesión.

-¿Ve en ese trabajo diario situaciones como las que narra en la novela?

A veces lo intuyo, por datos que veo a mi alrededor, cosas que me cuentan, situaciones éticas que cuesta creer. Día a día conozco cosas que superan a la ficción. Aunque la novela, claro, es eso, solo ficción.

-¿Cómo ve la vida un coach? ¿Escapa en algún momento de esa condición en su vida cotidiana?

Ve la vida que ve cualquier otra persona, aunque también ve algo más. Son capaces de ver de más maneras de las habituales. De ver la vida en 360º y de apreciar diferentes interpretaciones de una misma cosa. Es algo que te hace cambiar de alguna forma. Mis conceptos han variado durante los 15 años en los que me he dedicado a esta profesión. En ese sentido, la visión que se tiene es algo diferente.

-¿Es lector habitual de novela negra? El título evoca obras nórdicas de este género, no sé hasta qué punto es algo buscado.

Soy lector de este género, muchísimo. Por eso terminé escribiendo una historia como esta. Me divierte mucho, me gusta devorar libros durante las vacaciones, por ejemplo. El título escapa a lo habitual. La novela tenía otro previsto, pero lo compartí con gente de confianza y vi que no les emocionaba demasiado, le faltaba gancho.Pensando en esos autores nórdicos de los que hablas se me ocurrió este, que creí que sería algo largo, aunque tenía gracia. Para mi sorpresa, a Planeta le pareció que encajaba y se quedó con él.

-¿Cómo está siendo la acogida de la novela por parte del público?

Extraordinaria. La primera edición se agotó en menos de un mes, pese a que soy un total desconocido en el mundillo literario. Pero parece que a la gente le está gustando esta mezcla de thriller con las lecciones de vida que aparecen en el libro. He intentado hacer un cruce entre la novela negra y el libro de reflexión y autoayuda y, por lo que me cuentan los propios lectores, está funcionando.

-¿Tendremos continuación de La chica con los ojos del color de mi piscina?

Va a haber algo. La editorial me propuso darle una continuidad al final abierto del libro y estoy ‘dale que te pego’ con ello. En cualquier caso, tendremos algo seguro.