Publicidad móvil de efectos destructivos

La portada del diario que el lector ve en la pantalla de su teléfono móvil muestra un robapáginas en uno de sus laterales que le alerta de que no debe pulsar el botón que parpadea frente a él. Por supuesto, esa advertencia es, en el fondo, una invitación para hacer precisamente lo contrario, por lo que el lector acciona ese botón. La consecuencia, la portada que estaba viendo hasta ese momento queda destruida por lo que parece un terremoto mientras la imagen de una Londres arrasada aparece en la pantalla.

Es la campaña de las agencias MEC y Click Naranja para promocionar, a través de los dispositivos móviles, una de las apuestas cinematográficas de acción más ambiciosas de la temporada: G.I. Joe 2: La venganza. Un ejemplo de hacia dónde se mueve la publicidad en un momento en el que el público vive cada vez más pendiente de sus teléfonos móviles o de sus tabletas. La movilidad ya es clave y una campaña de estas características ya no puede dejarla al margen en su estrategia global. En el caso de esta película, los soportes escogidos para llevar a cabo la campaña son los diarios generalistas más leídos y webs de videojuegos. Una elección, claro, con la que sus responsables de esta acción publicitaria pretenden estudiar su viabilidad y la optimización de sus resultados.