Cuando la enseñanza se encuentra con la tecnología

La Feria de Tecnología y Educación del Reino Unido BETT 2013, que se celebra entre el 30 de enero y el 2 de febrero, nos ha recordado (y empujado a conocer) aplicaciones, instrumentos y propuestas encaminadas a favorecer la enseñanza de los pequeños a través de las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías.

Pequeños que, además, pueden tener limitaciones que hagan más complicada la labor de aprendizaje y para quienes determinadas herramientas pueden ser determinantes. Es el caso de una aplicación que conocíamos hace unas meses y que ha sido diseñada para su uso en iPads por un equipo de investigadores escoceses. Dirigida a niños autistas, FindMe propone una serie de retos para que los pequeños, habitualmente más cómodos cuando deben desempeñar tareas repetitivas, aprendan a relacionarse con los demás y fortalezcan sus capacidades sociales.

En ocasiones, la tecnología sirve para trasladar a un nuevo soporte las herramientas de enseñanza que hemos conocido de manera más tradicional. Un ejemplo claro de esto es el de los cuadernos Rubio, con los que todos (o casi todos) aprendimos a escribir correctamente. Ahora los más pequeños pueden acceder a ellos pero no en el formato que conocíamos, sino en su correspondiente versión digital para la tableta de Apple.

StarWalk KidsMedia, que comenzó a funcionar a finales de 2012, es otra experiencia con diferente enfoque pero que persigue también la mejora de la educación de la población infantil. A través de esta plataforma especialmente dirigida a escuelas y bibliotecas, los niños pueden descargarse cualquiera de los libros que están en su catálogo en el dispositivo que prefieran. Para ellos, esa descarga es gratuita, el coste (limitado) lo asume el centro educativo, que abona una cuota de suscripción en función del número de usuarios que accederán a su servicio.

La feria tecnológica y educativa británica servirá para conocer propuestas similares o radicalmente diferentes a las que apuntamos aquí. Lo que es seguro es que volverá a demostrar que la tecnología ya no es un soporte suplementario para potenciar la enseñanza. Es una herramienta necesaria a la que ya es imposible renunciar.