'Carmina o revienta', redefiniendo la exhibición cinematográfica

0
Compartir

'Carmina o revienta', redefiniendo la exhibición cinematográfica

Cuando las cifras de espectadores caen (se desploman, en realidad), cuando los cines sufren las consecuencias de varias crisis superpuestas que se ceban en especial con ellos, y cuando para conceptos como piratería suponen para muchos un lastre imposible de afrontar, hay quien opta por innovar en un terreno donde no todo está inventado.

El actor Paco León (Homo ZappingAída) se ha pasado al otro lado de la cámara en Carmina o revienta, una historia en la que navega entre la ficción y la realidad con la compañía de su propia madre, aficionada en esto de la interpretación, y su hermana, también actriz.

Lo original del planteamiento argumental se extiende en este caso también a la forma en la que su director y guionista (y metido también en tareas de producción) ha querido acercar al público su cinta. De manera simultánea, Carmina o revienta ha llegado a los cines y también se ha puesto a disposición del público en varias plataformas de descargas por Internet, como Filmin, y en canales de televisión por pago como mitele.es. En estos caso, el precio del visionado varía entre los 1,95 y los 4 euros. Y, para cerrar el círculo, 15.000 DVD de la película se han puesto a la venta el mismo fin de semana a un precio que no supera los 6 euros. Un agresivo e inédito (al menos en España) plan que añadía además acuerdos individuales realizados a través de Twitter con las salas interesadas en exhibir el largometraje.

Si el planteamiento, un verdadero experimento cinematográfico, presentaba numerosos atractivos, más los tenía comprobar qué resultados económicos arrojaría la apuesta. Y, aunque todo sea interpretable, todo cuente con matices y elementos contradictorios, lo cierto es que en general parece haber sido una buena decisión.

La ruptura de la cadena habitual de exhibición se ha saldado, en sus primeros días, con cerca de 60.000 espectadores en sus diferentes modalidades. A las cerca de 5.000 entradas vendidas en las salas de cine hay que sumar los 11.000 DVD adquiridos y las más de 17.000 descargas en las plataformas de televisión y de descargas por Internet. En estos dos últimos casos se computan dos visionados por cada DVD o descarga, de ahí el total de espectadores. Obviamente, comparar esas cifras con las del resto de estrenos que compiten de momento únicamente en las salas comerciales supondría falsear la realidad. Pero, incluso con este condicionante que no se puede obviar el resultado parece satisfactorio para un largometraje gestado con un presupuesto de apenas 40.000 euros.

El experimento, por supuesto, plantea preguntas que no siempre encuentran una respuesta sencilla. La principal es si un modelo como el planteado para este largometraje, y que ha obtenido unos resultados más o menos positivos, es aplicable a cualquier otra cinta. La lógica, claro, dice que no. Pero, aun así, merece la pena detenerse un momento y reflexionar sobre las posibilidades que existen en la actualidad para hacer llegar una película al mayor número de espectadores.

Related Posts

Los comentarios están deshabitados