La guerra de WikiLeaks (I)

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La guerra de WikiLeaks (I)

Wikileaks y su fundador, Julian Assange, son titular prácticamente a diario en los medios de comunicación de todo el mundo.

La página Wikileaks ya llevaba tiempo levantando polémicas, pero no ha sido hasta noviembre, con la publicación de unos 250.000 documentos secretos sobre la diplomacia norteamericana, cuando ha empezado la verdadera “caza de brujas”.

La página y su fundador han sufrido una persecución por parte de autoridades políticas y varias empresas que han decidido dejar de prestar sus servicios a Wikileaks.

Pero para tratar el tema a fondo hay que ir paso por paso y en el post de hoy vamos a hablar de los bloqueos que ha recibido WikiLeaks.

Bloqueos a WikiLeaks

Tras la filtración de los más de 250.000 documentos diplomáticos de Estados Unidos el primer bloqueo a WikiLeaks llegó por parte de Tableau Software, una empresa de software libre que la web de Assange utilizaba para publicar gráficos relacionados con los cables diplomáticos americanos.

Casi de forma paralela, la compañía Amazon anunció que dejaba de alojar la web de WikiLeaks debido a la gran cantidad de ataques informáticos que estaba recibiendo su servidor tras la publicación de los cables diplomáticos estadounidenses.

El siguiente bloqueo vino por parte de EveryDNS.net, que era responsable de prestar a la web servicios de sistema de dominio de nombre (DNS);  la empresa aseguró que denegaba sus servicios a WikiLeaks porque los ataques que recibía ponían en peligro  la estabilidad de otros 550.000 sitios web.

Como consecuencia de todos estos bloqueos aparecieron rápidamente numerosos “sitios espejo” de la web de Assange, para que todo su contenido siguiera estando en línea.

Pero el asedio a la web no terminó ahí y comenzó el bloqueo financiero.

Los primeros fueron Moneybookers y Paypal, que argumentó la suspensión de servicios porque WikiLeaks violaba sus políticas de uso, que no aceptan una utilización para actividades que fomenten o promuevan actividades ilegales. Además, posteriormente el vicepresidente de Paypal ha declarado que el Departamento de Estado les aseguró que Wikileaks estaba cometiendo actividades ilegales.
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La entidad financiera PostFinance fue la siguiente en actuar, con el cierre de la cuenta que Julian Assange tenía en Ginebra para recibir donaciones de los seguidores de WikiLeaks. El  banco argumentó que Assange había proporcionado información falsa sobre su domicilio en el momento de abrir su cuenta.

Visa y Mastercard fueron las siguientes en tomar medidas para que WikiLeaks dejase de recibir donaciones. Visa, al igual que Paypal, argumentó que la web de Assange podría estar realizando operaciones que incumplieran sus normas operativas, por lo que suspendían su cuenta preventivamente mientras realizaban una investigación. Mastercard, por su parte, canceló todas las operaciones.

El último en unirse ha sido el Bank of America que ha suspendido las transacciones de Wikileaks, que basa su decisión en que la página puede estar involucrada en actividades que no van de acuerdo con sus políticas internas.

Por si fuera poco, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha bloqueado el acceso desde sus ordenadores  a 25 webs, por publicar información de los 250.000 cables diplomáticos estadounidenses que la web de Assange filtró en noviembre. Entre estos bloqueos se encuentran The Guardian o New York Times. El Pentágono también había hecho algo similar al prohibir a sus empleados el acceso a cinco medios internacionales que publicaron las filtraciones.

Todos estos bloqueos han sido directamente a la web de Wikileaks, pero su fundador Julian Assange no se ha librado de la persecución y las críticas. De esto tratará el segundo post desde el que seguiremos analizando “La guerra de Wikileaks”.

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Un comentario

  • avatar
    Todos contra Wikileaks
    20 diciembre, 2010