Los cambios que llegan (y van a llegar) a WhatsApp

La app de mensajería instantánea más famosa del mundo está de actualidad en los últimos meses por la inclusión del cifrado de las conversaciones. Desde ahora, el contenido de los chats solo lo podrán saber los participantes en la conversación. Ni las autoridades, ni la propia compañía podrán acceder a ellos, porque el cifrado de extremo a extremo tendrá una contraseña que se generará automáticamente.

La medida viene tomada tras el atentado de San Bernardino, que ha abierto disputas judiciales entre WhatsApp y el FBI, así como con Apple. Esto abre un nuevo escenario para la compañía, que puede hacer atractivo el uso de la app a usuarios que necesitaban una plataforma más segura que la que había hasta ahora.

El marketing también parece que se va abriendo paso en la aplicación, en la que es de esperar que pronto nos podamos enterar de las novedades comerciales más cercanas a nosotros. Esto trae algunas dudas sobre su utilidad y si puede acabar agobiando a los consumidores, al tratarse de una vía muchas veces muy personal, como habla en su blog la experta en comunicación María José Bayo Martín.

Si a todo esto le sumamos que ya se pueden enviar archivos pdf y que próximamente se podrán enviar en zip o realizar videollamadas, estamos ante un momento de gran cambio para la compañía, que se quita así la fama de estancada que algunas veces ha tenido.

Por cierto, que en Silicon Valley están de enhorabuena porque acaban de anunciar una cifra que 900 millones de personas utiliza ya cada mes WhatsApp para comunicarse con sus contactos. Un dato que multiplica casi por cinco la que en abril de 2013 eran apenas 200 millones.

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