Una galaxia muy, muy 'marketiniana'

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Una galaxia muy, muy 'marketiniana'

La historia es conocida. A mediados de los años 70, George Lucas era un cineasta con mucho entusiasmo y poca experiencia que luchaba para que algún gran estudio confiase en su proyecto de ciencia ficción. La suerte se puso de su parte cuando la Twentieth Century Fox dio luz verde a Star Wars. Para ello, Lucas aceptó el acuerdo propuesto: renunciaba a su salario como director a cambio de un porcentaje en los posibles beneficios y a la explotación del merchandising relacionado con la película. Hace cuatro décadas, este capítulo era residual para los estudios, y los ejecutivos no le dieron entonces ninguna importancia.

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La fiebre que casi cuarenta años se vive en el planeta cuando está próximo el estreno del séptimo título de la saga viene a confirmar el olfato comercial de un George Lucas apartado ahora de las tareas de director pero artífice de un imperio colosal cimentado con sus producciones galácticas. Star Wars Episodio VII: El despertar de la fuerza no es una película más. Es el motor de una gigantesca campaña comercial que se extiende a videojuegos, libros, ropa, comida, complementos y casi cualquier objeto imaginable.

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Las figuritas de Han Solo, la princesa Leia o Yoda que empezaron a venderse en 1977 fueron solo el principio. Ahora, estos personajes son la base que infinidad de marcas utilizan para vender sus propios productos. Cualquier referencia a la saga, a Darth Vader o Chewbacca, a la Fuerza o al Lado Oscuro sirve para atraer la atención de los consumidores. ¿Queréis ver unos ejemplos? Aquí los tenéis.

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