Consejos 'im-perdibles' para no liarla en las redes sociales

Empezamos los ‘im-perdibles’ de esta semana con un post donde repasan docenas de consejos sobre actitudes que deberíamos evitar en nuestro trabajo habitual en redes sociales. Porque sí, conectar con los clientes a través de ellas es algo ya primordial, básico para cualquier marca, cualquier empresa. Y la libertad que conceden es magnífica para labrarse una buena imagen y una estupenda reputación. Pero, como casi en todo, hay que saber dónde se encuentran sus límites. Un paso en falso puede arruinar un larguísimo trabajo.

Que se lo digan, si no, a Nestlé, que vivió hace unas semanas un episodio bastante desafortunado a través de la cuenta de Twitter de una de sus filiales en México, la de la marca de chocolatinas Crunch. El texto mensaje que alguien colgó en ella bromeaba con la desaparición de varias decenas de estudiantes en aquel país (‘A los de Ayotzinapa les dieron Crunch’), se pudo leer durante algunos minutos. Aunque la actuación para borrarlo fue rápida, el daño, desafortunadamente para la marca, ya estaba hecho.

En nuestro país, las redes han acogido numerosos mensajes críticos con otra gran empresa, en este caso Coca-Cola, por una nueva campaña que coincidía con los incidentes que se produjeron hace unos días en Fuenlabrada como consecuencia del ERE aplicado por la compañía de refrescos y que ha afectado a cientos de trabajadores de distintas plantas esapañolas.

Para finalizar, os dejamos con uno de esos misterios que pueblan la Red y que en plataformas como Youtube encuentran un caldo de cultivo formidable. ¿Un vídeo donde alguien viste a princesas Disney con plastilina puede llegar a los 180 millones de reproducciones? ¿Qué está pasando ahí fuera? El canal Disney Collector es el más visto en esta red (415 millones de reproducciones el pasado diciembre) y tiene algunos como este del que os hablamos que son auténticos fenómenos para los más pequeños. ¿Que qué ofrecen? Pues, ni más ni menos, que la experiencia de desenvolver productos Disney y explicar detalladamente su contenido. Ya lo decimos. Ni más ni menos.