Una de 'im-perdibles' con humor para sobrellevar los desencuentros con los clientes

0
Compartir

Una de 'im-perdibles' con humor para sobrellevar los desencuentros con los clientes

¿Cómo entendemos lo que quiere DE VERDAD el cliente? ¿De qué manera la idea que tiene en su cabeza podemos convertirla en una realidad tangible, en algo que pueda verse, sentirse? La respuesta a esto es más que complicada, el camino para encontrar la meta está plagado de obstáculos, y a menudo será literalmente imposible mantener abierto un canal de comunicación mínimamente coherente.

Para sobrevivir a un envite que puede acabar con la paciencia de cualquiera no hay nada como tomarse las cosas con humor. Si no fuera por las risas que puede provocar una situación como esta… Por eso, hoy rescatamos algunas ‘perlas’ que henos encontrado por la Red y que ponen de manifiesto ese desencuentro que se produce cuando lo que se pide y lo que se ofrece viven en dimensiones diferentes. Es lo que ocurre, por ejemplo, en este vídeo en el que el ‘experto’ de la compañía atraviesa todas las fases posibles (incredulidad, desesperación, rabia, aceptación) ante las necesidades aparentemente sensatas que le presentan los clientes en una reunión. Claro que sus superiores tampoco se quedan atrás: todo es posible, por supuesto. Hasta lo que no lo es.

Por cierto, al ver el vídeo nos hemos acordado del efecto Dunning-Kruger, mucho más habitual de lo que podamos llegar a imaginar…

El mundo del diseño, al parecer, es uno de los más recurrentes cuando de lamentar (con mucha gracia) las constantes modificaciones sobre el proyecto inicial se trata. Tanto que aparecen anuncios con la retranca de este, obra del diseñador Eber Santiago (Bersang). Los diseños salen gratis, las modificaciones (un poco más arriba, un poco más grande…), ya no tanto.

Porque, hay que reconocerlo, lo que ve el ojo del diseñador no siempre encaja (ni de lejos) con lo que ve el común de los mortales.

En el blog soydg.com conocen muy bien los problemas a los que da pie esta falta de entendimiento, y nos los muestran con viñetas tan lúcidas como esta.

La falta de entendimiento puede dar pie también a interminables conversaciones vía correo electrónico interminables (y un poco absurdas), aunque es cierto que ninguna llegaría (suponemos) a los niveles de esta parodia en la que un Pablo de Tarso virtual busca la imagen corporativa de una nueva religión que está arrancando.

Related Posts

Los comentarios están deshabitados