'Purgatorio' enseña nuevas fórmulas para la industria del cine

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'Purgatorio' enseña nuevas fórmulas para la industria del cine

Purgatorio, película dirigida por el debutante Pau Teixidor y protagonizada por Oona Chaplin (el apellido no es una casualidad, se trata de la nieta del cómico inglés), es uno de los últimos ejemplos que hemos encontrado de títulos que se salen de los carriles habituales de la industria para sondear nuevas alternativas en cuestiones de producción y distribución cinematográfica.

Surgida del proyecto Tu Talento: Cine365 Film, lo atípico del largometraje comienza desde el momento mismo de su concepción. En este caso, la elección de director y de la historia estuvieron determinados por un festival previo de cortometrajes y un concurso de guiones. Teixidor ganó el certamen con su corto Leyenda y el guionista Luis Moreno fue el elegido en la segunda de las convocatorias. Con el dúo creativo seleccionado y el guion decidido, a la película se fueron sumando los actores (Ana Fernández, Andrés Gertudix…) hasta que, con una producción exprés de tres meses, finalizaba el rodaje y Purgatorio estaba por fin lista.

Si el proceso de producción no cumplió con las reglas más o menos convencionales (una productora encarga un guion a un director de confianza, o apuesta por alguien que se presenta con una historia, por ejemplo), la forma de distribución tampoco está siendo habitual. Sus responsables entienden que cada pantalla tiene sus propias reglas y condicionantes, y que no todo puede albergar exactamente el mismo contenido. ¿Cuál es el sentido de ver un largometraje de una hora y media a través del teléfono móvil?

Esa filosofía les ha llevado a lanzar Purgatorio Redux, un montaje de la película en cuatro episodios de cinco minutos cada uno que puede verse a través de Internet y en dispositivos móviles. Esta versión está disponible únicamente en territorio español, para no perjudicar de esta manera la futura carrera internacional del filme, y convive sin problemas con la de 85 minutos que puede verse en las salas y que llegará más adelante al mercado del DVD o de los videoclubes online.

Las reglas de la industria están cambiando, y son experiencias como las de Purgatorio las que nos enseñan a determinar hacia dónde conducirá el camino en el futuro.

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