Hipnotismo en movimiento

Hace unos días hablábamos aquí mismo del uso artístico en una herramienta tan a priori añeja como el GIF. Quien más, quien menos recuerda esos horrores de diseño que se cometían en los primeros años de popularización de Internet, y en los que este formato que nació para reducir el tamaño de las imágenes que se enviaban a través de la Red tenía una gran parte de responsabilidad.

La evolución, eso sí, ha convertido al GIF en objeto artístico, como ya vimos hace un tiempo, y también en el recurso con el que suele realizarse lo que se conoce como cinemagraph. ¿Y qué es exactamente esta última idea? Pues una mezcla entre imagen estática e imagen en movimiento que nace con la intención de sorprender al espectador y mantenerlo con la mirada fija mientras se deleita con la sucesión infinita de lo que ocurre en el pequeño mundo que encierra un simple fotograma. Y para conseguirlo, el humilde formato .gif es el que ofrece en muchas ocasiones las mejores posibilidades.

Pocas frases hechas hay más ciertas que esa que reza que una imagen vale más que mil palabras. Por eso, os dejamos con unos ejemplos de estas pequeñas obras que consiguen con un mínimo cambio en una fotografía un efecto asombroso e hipnótico.

Y aquí, muchos, muchos más.