Publicidad 'im-perdible' y polémica

Un anuncio protagonizado por un Hitler todavía niño, atropellado por un coche capaz de anticiparse a los peligros, circulaba durante estos días a toda velocidad por la Red y unía de nuevo dos conceptos habituados a entenderse: el de la publicidad y el de la polémica, sea esta de la naturaleza que sea.

En realidad, en este caso ni tan siquiera podríamos hablar de publicidad, puesto que la pieza audiovisual no es más que un ejercicio de un grupo de estudiantes de cine y no cuenta con el respaldo de la marca supuestamente anunciada, Mercedes. En cualquier caso, la calidad del spot nos ha recordado otras campañas más o menos recientes que también provocaron revuelo en su momento y que hoy componen nuestros ‘im-perdibles’.

Otra marca de automóviles, en este caso Hyundai, tuvo que retirar hace unos meses una campaña en la que, para vender las bondades de un modelo ecológico y libre de humos, situaba a un conductor al borde del suicidio. Las críticas de muchos espectadores obligaron a la marca surcoreana a pedir perdón y a rectificar sobre la marcha.

Ya en España, las polémicas suelen ir por otros derroteros. Este mismo año, la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción lanzaba una impactante campaña no apta para todos los estómagos. El objetivo, al menos, llamar la atención sobre los peligros de las adicciones, estaba conseguido. Con un tono radicalmente diferente, Desigual despertó infinidad de comentarios por su campaña ‘Tengo un plan’. La actitud de la protagonista del anuncio, y la forma explícita en la que se refería a los planes que tenía con su jefe, sorprendieron pero, una vez más cumplieron con el propósito: que la gente hablara de la marca.

Y, para terminar, recordamos el anuncio con el que Loewe trató el año pasado de acercarse a un público joven pero igual de exclusivo que el que acostumbra a comprar sus productos. Un enfoque no exento de polémica que le valió numerosas críticas por la forma de acercarse a la juventud y por el clasismo que desprendía el anuncio.