Sanadores de la información: ¿quiénes son los 'curadores de contenidos?

Bajo el paraguas de las nuevas tecnologías y con el vasto (inabarcable, en realidad) campo que es Internet, de repente aparecen nuevos trabajos o, simplemente, formas diferentes de llamar lo que hasta hace nada conocíamos de otra.

El hecho de definir una profesión de una u otra manera no deja de ser algo casi anecdótico que en nada afecta a la esencia de ese trabajo, a sus funciones. Da igual que lo llamemos ‘especialista en logística y distribución de contenidos’ o ‘mensajero’. Puede que ‘coordinador de admisiones y salidas de personal’ nos parezca que tenga más enjundia que ‘portero’, pero, en el fondo, ambos tendrán las mismas obligaciones y responsabilidades.

Algo parecido ocurre con lo que, traducido directamente del inglés ‘content curator’, se conoce como ‘curador de contenidos’. Un nuevo (o no tan nuevo, como veremos a continuación) perfil profesional del que se discute incluso su nombre, para muchos desafortunado. La Fundéu, sin ir más lejos, propone la expresión menos imaginativa pero probablemente más exacta ‘responsable de contenidos’ como alternativa para definir a quienes se dedican a esta actividad. ¿Y cuál es esa  actividad de estos ‘curadores de contenidos’? Pues algo realmente necesario cuando de un torrente inabordable de información que podemos encontrar en Internet se trata. Para poner algo de orden en el caos es necesario que alguien consuma esos contenidos, los recopile, los filtre y los vuelva a distribuir (y aquí viene un matiz importante) de manera que genere valor, que posea una relevancia para los destinatarios. Bajo estas premisas podríamos definir a estos ‘curadores’.

Hay quienes, como el caso de bibliotecarios o documentalistas, consideran que en realidad estas funciones no son más que una puesta al día, en un entorno 2.0, de lo que ellos realizan habitualmente. Los que defienden la necesidad de crear una nueva expresión que defina a estos profesionales lo hacen por ese matiz de relevancia, de gestión del contenido con un ánimo no únicamente de recopilación y ordenación, sino con una perspectiva más amplia.

Internet es, hay que reconocerlo, una fuente de información imposible de abarcar. El torrente de datos con el que cada día (cada hora, cada minuto) se hace más y más grande complica la tarea de encontrar con  visión amplia, precisa y actualizada de casi cualquier asunto sobre el que se desee estar informado. Toda esa marea de datos en la que se convierte Internet está generada por un porcentaje en realidad bajo de los usuarios. Al menos, cuando hablamos de datos que pueden contar con una cierta relevancia, y sin valorar los contenidos de carácter más o menos personal que lo usuarios de las redes sociales comparten con sus contactos.

Todos esos datos que terminan por darle forma a esa Red de redes imposible de cercar son los que los ‘curadores de contenidos’ se encargan de recopilar y ponernos en bandeja, de nuevo, pero de una forma más ordenada, accesible y coherente. Y vosotros, ¿qué opináis de estos ‘sanadores de la información’?