Valladolid debate las crisis y oportunidades de las artes escénicas

Crisis y oportunidades. Viejas recetas y nuevas herramientas. Fórmulas exitosas del pasado y planes para un futuro incierto. Bajo estas (y algunas más) premisas se desarrolló en Valladolid, durante la primera semana de diciembre de un 2012 que se agota, el II Congreso Iberomaericano de Productores Escénicos (2CIPE). Desde la conferencia inaugural de Daniel Martínez, presidente de la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza (FAETEDA), quedó claro que la crisis no podría escapar de estas jornadas que reunieron a un centenar de profesionales europeos y americanos. Martínez dibujó el escenario en el que se habían movido las artes escénicas españolas en los últimos 20 años y apuntó soluciones a una realidad de emergencia que medidas como la reducción de ayudas o el incremento del IVA habían agravado todavía más. Así, incidió en la necesidad de buscar fórmulas de colaboración entre la actividad privada y las instituciones públicas y la aplicación de las nuevas tecnologías con el objetivo de llegar a los espectadores de manera directa. Y señaló uno de los peligros que podían surgir como consecuencia de la negativa situación económica que atraviesa el sector, el de la banalización de los espectáculos.

Varias de las mesas redondas que se sucedieron durante los tres días del congreso aportaron ideas para capear de la mejor posible una crisis a la que no se divisa un final a corto plazo. Víctor Alonso, de 1300gr, invitó a los asistentes a apostar por las redes sociales, herramientas de uso cada vez más masivo y económicamente atractivas. La relación con los espectadores, la apertura de vías de comunicación que sirvan para ampliar la difusión de los espectáculos teatrales, tiene que ser visto ya no sólo como una oportunidad, sino como una obligación si de verdad se quiere sobrevivir en el mercado. Algo parecido apuntó Alberto Fernández Torres, director de Estrategia y Comunicación Interna de Endesa y experto en gestión cultural, para quien la opción no está ya entre comunicar o no comunicar. En pleno siglo XXI, el único debate posible es ‘comunicar bien’ o ‘comunicar mal’.

Sobre el uso de las herramientas 2.0 en este entorno, Culturatic también tuvo su espacio en el congreso para presentar su estudio sobre el uso que las industrias culturales de ellas hacen de ellas. Óscar Mena desgranó los resultados de este documento que apunta al margen de mejora que el sector de la música y del teatro de la comunidad tiene por explorar.

En este 2CIPE, que recalaba en Valladolid gracias en buena medida a la asociación profesional Artesa (Artes Escénicas Asociadas de Castilla y León) se incidió también en la necesidad de la formación de los profesionales de la producción de las artes escénicas. También flotaron preguntas como la que se realizaba la productora mexicana Marisa de León y que, en realidad, no deja de ser la cuestión básica que debe realizarse cualquiera que quiera vender un producto: ‘¿a qué público queremos llegar?’