Los cineastas españoles pasan revista al cine (más) tecnológico

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Los cineastas españoles pasan revista al cine (más) tecnológico

Hablar de tecnología en el cine o de cine tecnológico, de las innovaciones que hacen de este arte (el séptimo) uno de los entretenimientos de mayor éxito en todo el mundo, tiene su cuota de reiterativo, de redundante. Porque el cine ha sido, desde su mismo nacimiento, un avance tecnológico que incluso llegó a ser visto por sus creadores simplemente como eso, una curiosidad nacida de la innovación sin posibilidades de ningún otro recorrido posterior.

La historia del cine desde esos orígenes ha estado ligada a la tecnología. A integrar el sonido en las películas, a incorporar el color, a apuntar a unas tres dimensiones que en los últimos años parece haber encontrado su hueco en las salas…

Aun así, nunca sobran iniciativas como la que en estos últimos meses de 2012 se desarrolla en el Espacio Fundación Telefónica y que recibe a cineastas españoles que han encontrado en la tecnología una aliada fundamental a la hora de realizar sus trabajos.

Javier Fesser (El milagro de P. Tinto, La gran aventura de Mortadelo y Filemón) fue el primero en pasar por esta convocatoria para hablar de cómo la tecnología favorece, en casos como el suyo, la definición del estilo de un cineasta. El testigo lo tomará el 23 de noviembre Paco Plaza, que con la saga [REC], y en compañía de Jaume Balagueró, ha redefinido el cine de terror de nuestro país. El cineasta tiene mucho que aportar sobre la forma en la que los nuevos dispositivos, como teléfonos móviles o tabletas pueden también convertirse en soportes válidos en la narración cinematográfica. De esto también sabe Nacho Vigalondo, que en el nuevo largometraje que rueda en la actualidad sumergirá a los espectadores en la trama a través de un ordenador portátil.

Los encuentros del Espacio Fundación Telefónica continuarán en el mes de diciembre, con Fernando Trueba y Xavier Mariscal (Chico & Rita), que acercarán su experiencia con el cine de animación, para concluir en enero de 2013 con Kike Maíllo, el último ganador del Goya a la mejor dirección novel por una cinta de ciencia ficción, Eva, donde los efectos especiales son complemento necesario de una historia basada en los personajes.

 

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