“Es muy interesante seguir un terremoto a través de las redes sociales”. Es una de las primeras frases de Gabriela Warkentin, de la Universidad Iberoamericana (México), en la sesión de tarde de hoy, 22 de marzo de 2012, en el II Congreso Iberoamericano sobre Redes Sociales. Warkentin viene a hablar de Universidad 2.0, y el temblor la pilló fuera de su país. ¿Cuál es la conexión entre ese seguimiento a distancia y la Universidad? 

“A la Universidad le ha costado mucho trabajo entender una transformación 2.0. Es tan esencialmente tradicional, que parece inamovible. Y si la 2.0 reconoce cierta interacción, no digamos la 3.0, la Universidad semántica”, afirma. “Las universidades estamos obsoletas ante los estudiantes”.

Y esa obsolescencia nace, según la directora de los estudios de Comunicación de la Universidad Iberoamericana, de su empeño por la información unidireccional: “En la Universidad sabemos contar, pero no sabemos escuchar; no sabemos conversar. Nos estamos perdiendo una lectura diferente de lo que podría ser la educación”.

Los problemas de la Universidad, además, deben resolverse a través de equipos multidisciplinares, explica @warkentin. El gran problema ahí suele venir de la ‘escasez de cintura’ de las instituciones, capaces de no otorgar una ayuda a una investigación en comunicación en la que figure un ingeniero. “No entiendo que nuestros alumnos no estén más indignados respecto a cómo hacemos las cosas”.