La evolución del conocimiento en la era digital (I)

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La evolución del conocimiento en la era digital (I)

Con la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación la sociedad ha asistido a una transformación radical en el método de concebir la enseñanza tradicional. Se ha evolucionado de un método de aprendizaje de asimilación de conocimientos lineal a uno estructural: la gente ya no aprende a través de los libros, sino a través de la pantalla del ordenador. Hemos hablado con libreros, estudiantes universitarios, profesores y un experto en comunicación para perfilar un poco mejor la situación actual del internauta ante esta metamorfosis del aprendizaje.


De la enseñanza tradicional a la enseñanza virtual

El método de enseñanza está variando sustancialmente en todos los sentidos y en todos los ámbitos de la vida pedagógica. No solo se asiste a una auténtica revolución dentro de las aulas, sino que además el individuo indaga, busca, investiga (y a menudo hasta encuentra) información siguiendo patrones esencialmente distintos.

Comparado con los procedimientos más propios y naturales del siglo XX, las perspectivas y opiniones son muy encontradas. Felipe Carlos Martínez Prieto, presidente del gremio de libreros de Castilla y León, tiene claro que “el hábito de lectura se frena y se deteriora”, y añade: “Hay un problema estructural de fondo que es asimilar ese hábito de lectura y ligarlo al concepto de conocimiento”.
Para Martínez Prieto es esencial la preservación de ese hábito de lectura, cada vez más en peligro por el impacto de las TIC, que considera “magníficas para la gente que sabe leer, que tiene ese hábito de lectura; pero constituyen una trampa para las nuevas generaciones incapaces de asimilar un texto extenso después de habérselo leído”.
Una actitud más optimista es la del también librero Fernando Contreras, presidente del Gremio Madrileño de Libreros de Viejo, convencido de que “Internet puede conseguir que la gente lea más”. No obstante, Contreras también ve un problema de fondo importante, que es la fiabilidad del texto escrito: “El problema del Internet de hoy es que se asume que todo es fiable, pese a que hay dos niveles claramente diferenciados, uno superior con fuentes de conocimiento fidedignas y otro inferior que puede verse malversado por falsos conocimientos de gente inexperta o con ánimo de desinformar”.
El librero madrileño asevera que una información malversada o poco fiable puede actuar como un virus para aquellos que buscan contenidos que asimilar en la Red, en cualquiera de sus contextos. No obstante, Contreras deja espacio para cierto grado de esperanza cuando afirma que para él “es genial si la fuente del conocimiento digital es una universidad o un profesor”, aunque nunca deja de llamar a la prudencia: “Muchas bibliotecas virtuales no son fiables, ni pretendidos centros o fuentes de conocimiento virtual como Wikipedia”.
Hacia una docencia virtual
El profesor y experto en telecomunicaciones Enrique Dans, sin embargo, se lamenta de la actitud asumida por muchas personas de denostar y negar la veracidad de la enciclopedia web por excelencia, pese a datos que equiparan la fiabilidad de Wikipedia con otras enciclopedias escritas en papel y mejor consideradas ante los ojos de los expertos. Dans es, sin duda, el mayor defensor del papel de las nuevas tecnologías para el ámbito educativo: para él, la evolución de la enseñanza tradicional a la enseñanza digital “era un proceso tan inevitable como necesario, había que aspirar a adaptarse”; y no duda en señalar lo que considera el defecto más importante del método educativo del siglo XXI: “Hay metodologías que son absurdas, las unidireccionales en las que el profesor impartía sus clases leyendo sus apuntes y los alumnos copiaban sus palabras”.
Martínez Prieto considera que son las nuevas tecnologías de la información las que deben adaptarse y amoldarse al proceso social que con frecuencia reconduce el sistema educativo: “Hay que situar las TIC en su justa medida, no son buenas si el usuario depende de ellas y no sabe usarlas ante los cambios sucesivos en los modelos de docencia”.
Dans, por su parte, sostiene que es el propio sistema educativo el que debe adecuarse a los nuevos avances tecnológicos: “Hemos pasado de la comunicación bidireccional a una comunicación multidireccional. Es necesaria una nueva metodología del aprendizaje, que redefina el concepto de profesor”.
El aprendizaje 2.0
Pero los expertos no son los únicos que no se ponen de acuerdo ante esta disyuntiva digital. También los estudiantes mantienen opiniones encontradas ante los peligros y las virtudes de Internet como herramienta educativa. Es el caso de Víctor Rivero, un estudiante de Ávila de 24 años sin perfil en las redes sociales, licenciado en Historia y que actualmente estudia Periodismo a través del Plan Bolonia: “Pese a que Internet proporciona un acceso rápido y democrático a la cultura que antes era imposible, no aporta nada como método digital de la enseñanza. Un Power Point no difiere demasiado de una pizarra”.
Esther Atienza es una estudiante palentina de 25 años que acaba de licenciarse en Psicopedagogía y cuenta con la diplomatura en Magisterio con especialización en Educación Infantil. Sus opiniones no difieren mucho de la de Contreras (“Internet abre muchas puertas pero cierra otras tantas. No todas las fuentes valen”) o la de Martínez Prieto (“Lo primero es enseñar a utilizar Internet. Después la persona tiene que usarlo con criterio”). Atienza lo tiene claro para un futuro profesional con niños y adolescentes en las aulas: “Para asignaturas como Lengua y Matemáticas prefiero utilizar el método tradicional, ya que en la vida cotidiana se sigue usando el boli y el papel”.
No obstante, también hay otros estudiantes con más fe en las virtudes de las TIC que en sus defectos. Es el caso de Encarna Sandonís, una estudiante de periodismo de 44 años licenciada en Administración Contable y Diseño y Moda. Para Sandonís “no es lo mismo enseñar matemáticas o tecnología con las TIC que sin ellas. Se exige una mayor implicación. Hay mucho de psicología, aunque no te guste lo tienes que hacer. Las TIC ayudan a que la persona se integre en la asignatura, se implique, tenga curiosidad, que vea sus propios logros…”.
Pese a que Sandonís también reconoce que “se necesita cierto control sobre las TIC y no todo es válido”, no deja de defender el valor educativo de las TIC, y añade que la importancia de la evolución es capital: “Es evidente que hoy a la gente le llega la información de otra manera, lo que no quiere decir que ésta sea la mejor manera”. Sandonís concluye: “El mayor problema al que se enfrenta el aprendizaje digital son los gurús que creen dominarlo todo, cuando además de la técnica es importante dominar el lenguaje”.

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