Redlato: capítulo 6

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Redlato: capítulo 6

Os dejamos el capítulo 6 del Redlato, el relato participativo que podéis ayudar a crear hasta el 1 de mayo.

Una vez que aquella monja entrada en carnes hubo terminado de hablar, la Superiora la apartó con un zigzag de ojos. Tornó su gesto de desagrado iracundo en una mueca de simpatía forzada que no engañaba a nadie y se dirigió a Martín y a Sor Virtudes en voz alta.

-Encuentro esta situación totalmente anómala y desagradable. La presencia de ese cerdo es, y coincidiremos en eso, una ofensa a un lugar de recogimiento y fe como éste. Por otro lado, como me ha hecho notar Sor Genoveva, la primera enseñanza de nuestra fundadora, Sor Ángela de la Cruz, era considerar y amar a los necesitados como nuestros amos y señores.

Durruti asistía al discurso con sus enormes orejas colgando, el hocico húmedo y la sensación de que algo no iba bien, mientras notaba la respiración entrecortada de Martín, que seguía aferrado a su cuello.

-Dicho esto, -concluyó la Madre Superiora- creo que lo primero es auxiliar a su sobrino, Sor Virtudes, y mañana buscar las explicaciones pertinentes. Mozo, su tía le acompañará al claustro. Allí podrá dejar al gorrino para que pase la noche. Usted puede quedarse en la capilla.

Martín se deshizo en gracias y reverencias, le besó la mano a la Superiora, que la retiró inmediatamente con un punto de asco, y conminó a Durruti.

-Vamos, ya te dije que aquí nos ayudarían y estaríamos a salvo del cuchillo de Pascual.

Mientras caminaban hacia el claustro, preguntó a su tía por la monja regordeta que había intercedido ante la Superiora.

-¿Sor Genoveva? Es la maestra repostera del convento.
Justo en ese momento, Martín habría jurado que Durruti se estremecía.

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